Somos puto humo blanco después de cada calada de verde. Una mancha marrón en un cielo celeste. Una bocanada de aire ardiendo cuando todo va bien, o eso parece. Una mirada que quizá amaste y hoy rechaza tu mirada triste. Parece que somos algo menos que nada, algo que acaba, que por más que luches no se gana, llora a tu madre, no sirve de nada, que ni el más fuerte sobrevive a ciertas puñaladas.
Oigo la lluvia en mi ventana y tu silencio en mi cora, no tengo nada que hacer y lo sé de sobra, me comí las sobras, me dejaste sola, en éste barrio tanta gente y tan pocas personas. No necesito que me digas que jamás te irás, sé que me mientes, te fuiste y no volverás, te echo de menos, claro, pero tú dirás, la vida es corta y sin ti lo parece aún más. Vuelvo del cielo después de escupir las nubes con mi boca, hoy te doy asco, lo sé, pero ayer fui tu droga, y me conformo con pensar que volverás, tengo fe, soy una ilusa y tú te burlas de éstas cosas. Estoy rompiendo mi vida por no romper tu boca, escribo sola, nadie me escucha y mi mente se borra, mi alma da, y no cobra, me siento idiota, sé que no vas a leerme y ésta es mi derrota. Rogándole a la vida, bailándole a la muerte, llorando a las esquinas por si no vuelvo a verte, forzando el alma a palos, invadiendo mi mente, sintiéndome débil y fingiendo ser fuerte. Así es mi día a día, mi vida a vida y mi muerte a muerte, así es mi cabeza cuando cree que quiere verte, y no puede. Así son las cosas cuando pasas por enfrente, girándome la cara, pa'no verme.