jueves, 20 de septiembre de 2012

La primera vez que te vi, me dabas miedo. No sé por qué me seguías en la discoteca, ni por que me
mirabas todo el rato. Cada vez que me mirbas cogía a mi amiga de la mano y salíamos a tomar el
aire. Además destacabas, eras de los más altos de esa discoteca, además de los camareros. Vivías
al lado de mi casa y yo ni lo sabía, ni siquiera me había fijado. Luego me cambié de cole, y dio
la casualidad de que ahí estabas tú. Hablabamos por internet, me caías bien, pero cuando te veía 
por a calle no quería saludarte, no me gustabas, me dabas miedo. ¿Cuánto tenía yo? ¿13 años? ¿14?
No lo sé, pero no me gustabas. Teníamos un apodo 'gracioso' que tú mismo decidiste, y un día, me
paraste justo en la puerta del supermercado. Después de pasarte los sábados siguiéndome en esa
discoteca con tus amigos -que también me daban miedo- me preguntaste: '¿Eres Aida?' Sí, era yo.
Conociste a mi hermano, no quiero explicarme cómo, no lo recuerdo, pero derepente estabas en mi 
casa jugando a la play con él y mi padre. Inexplicable. Empezamos a hablar más, a vernos más por
la calle, en la puerta del cole cuando ibas a buscar a tu hermana. Dejaste de darme miedo, me hacías
gracia. No recuerdo cómo fue cambiando nuestra relación, pero míranos ahora. No sé qué sería de 
mí sin ti. Eres un pedazo de mi vida, de mi día a día, y lo sabes. Todas las noches nos vemos, o
si más no, todos los fines de semana. Vienes a mi casa como si fuese la tuya, abres la nevera como
si vivieses aquí, tienes, con mi madre, la misma confianza que tengo yo, y con mi hermano, y con
mi padrastro. Sabes todos los malos momentos que he pasado, tú más que nadie. Los has vivido conmigo.
Cuando se fue mi padre, me dijiste 'Yo seré tu padre', eso no se me olvida, 'papá'. Muy a menudo 
también te odio, odio tu chulería, y tu ego, por las nubes. Odio que te creas superior al mundo, y
odio sobretodo, que tengas razón cuando me dices que yo no sabría vivir sin ti. Para que luego digan
que la amistad entre un chico y una chica, no existe. Me has arropado en los momentos más fríos, y
me has ido soplando para joderme. Me has llevado por el mal camino. Te reíste de mí en uno de los
momentos que más sufrí de mi vida, -fue una caída tonta, yo también me hubiese reído.- pero puedo
perdonártelo todo, sólo por el echo de estar aquí, ahora. ¡AH! Y el verte llorar. El echo de verte llorar, 
no sé si lo has notado, pero lo soporto tan poco, que me quedo en blanco. Intento fingir que no
importa, que no pasa nada, que todo va bien, pero me deshaces por dentro. Hombre, normal. Imagínate
a un chico tan alto como tú, tan aparentemente fuerte, llorando, y añádele el cariño que te
tengo, y que soy una chica bastante sensible. Nunca, en todos éstos años, te he 
llamado por tu nombre, no puedo. Tampoco tengo pensado hacerlo, pero aún así, puedo afirmar que 
eres nucho más importante que alguno que lleva mi sangre. Tú no necesitas mi sangre para formar
parte de mí. En realidad me da 'cosa' escribir sobre ti, porque, cuando escribes algo sobre un
chico, algo diciendo "Eres un pedacito de mí", suena como si estuviese enamorada. ¿Sabes? Es 
amor, no lo dudo, -No lo dudas tú tampoo, lo sé.- pero es un amor muy diferente. Ya te dije hace
poco, imagínanos, tú, yo, juntos. Juntos como pareja. No seríamos capazes de soportarnos, odio 
todas tus relaciones, odio que detrás de cada frase que le sueltas a tu novia, digas 'mi amor', o
'mi vida', a mí me gustan los chicos cariñosos, pero no soportaría eso. No soportaría nada de ti,
creo yo, ni tú me soportarías a mí. Somos tan, tan, tan diferentes, y tan asquerosamente iguales,
que confío en que siempre, pase lo que pase, tendremos contacto. A veces pienso en que, estamos
creciendo, tú quieres irte a vivir lejos, yo también. ¿Y si nos separamos tanto? Supongo que los
dos sobreviviríamos, tú te irías con la persona que quieres, y yo con la persona a la que más
quiero ahora mismo, pero, ¿Qué es de la amidstad? Parece queno tiene ni voz ni voto, aquí. Parece
que en cualquier momento, todos éstos años pueden irse a la mierda, todos esos momentos, todas
esas pequeñas costumbres, como sería abrazarte por la calle cuando tengo frío. Todas as chicas
nos abrazamos a algún chico cuando tenemos frío, pero la mayoría de ellas, cambian de 'mejor amigo'
cada dos por tres, les diran meses, yo no abrazo a otro chico que no seas tú -Refiriéndonos a
amigos, novio aparte, evidentemente.-. Te quiero, 'buenorro'. Te quiero mucho, o suficiente como 
para estar decidida a quererte siempre así, con tus pros, tus contras, tus manías. Quiero ser
tu mejor amiga, y quiero serlo siempre. Quiero seguir esperándote por la noche para pasear al 
'peluche andante' que tienes como perro. Quiero seguir riéndome de ti cuando lo paseas, con esa
cara de ángel que tiene, y la cara de cabrón que tienes tú. Me encanta meterme contigo, y eres de
las pocas, poquísimas personas a las que les consiento que se metan conmigo, hasta cierto punto,
claro está. Eres increíble, no lo dudes nunca. 

Que si no me quiero yo, ¿Cómo vas a quererme tú?


El cajón de los lamentos.

"El primero en salir has sido tú, papá, me dueles tanto dentro que me he sellado con grapas, y ésto destapa todos mis miedos, sigo buscando de ti lo que jamás encontraré, pero aún espero. [...] Palos, puñaladas, épocas por superar, el dolor tras ver la primera ves a mi madre llorar. Presión, impotencia, autoestima baja, noches y días de mierda guardados en una caja. Siempre supe que mis penas no se irían sin más, mas almacenadas con llave dejarían de molestar, y encerré mi corazón en el cajón mientras escuchaba llover, sabiendo que nunca iba a volverlo a ver."

h0lynaight.

lunes, 17 de septiembre de 2012

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Quiero llamarme Beatrice, tener el pelo más rojo, los ojos verdes, y que alguien me quiera tanto como Leo a la del libro.

"Cada cosa tiene un color. Cada emoción tiene un color. El silencio es blanco.
De echo, el blanco es un color que no soporto: No tiene límites. Pasar una
noche el blanco, quedarse en blanco, levantar bandera blanca, dejar el papel
en blanco... Es más, el blanco ni siquiera es un color, como el silencio. No
es nada. Una nada sin palabras o sin música. En silencio: en blanco. No sé
quedarme en silencio o solo, que viene a ser lo mismo. [...]
Sí. Un día de éstos le diré que ella es la persona echa expresamente para mí,
y yo para ella. Así son las cosas, no hay escapatoria. Cuando lo comprenda
todo será perfecto, como en las películas. [...] Me divierte asignar vidas
enteriores a la gente, porque ayuda a explicar su carácter.
Beatrice, por ejemplo, debe de haber sido una estrella en su vida anterior. Sí,
porque las estrellas tienen una luminosidad cagadora alrededor: Las ves de
lejos, a millones de años luz. Son un conglomerado de materia roja incandescente
y luminosa. Y Beatrice es así. La ves a cientos de metros de distancia y brilla
con su pelo rojo
. [...]
Beatrice , mi fuerza de gravedad, mi peso, mi sangre, mi rojo.
-Yo pienso en el rojo.
Aguno ríe fingiendo haber entendido un chiste que no he contado.
Gandalf ha comprendido que no estoy bromeando.
-¿Y cómo es el rojo?
-Como su pelo...

Los demás me miran como si me hubiese fumado un canuto antes de entrar en clase.
La única que parece sintonizar conmigo es Silvia, que me mira cómplice.
Gandalf de mira a los ojos, mejor dicho: dentro de los ojos. Sonríe.
-Para mí también es así...
-¿Y cómo es?
-Como su sangre."

domingo, 9 de septiembre de 2012

Porque siempre sacas lo bueno de lo malo.

Te quiero por cómo coges mi cara cuando me besas, y por cómo me miras después de besarme. Te quiero por cómo me abrazas, por tu sonrisa, y tu facilidad para hacerme sonreír. Te quiero por tus palabras, por tus echos, y por tus celos. Por lo que haces por mí, por lo que hago por ti, por lo que haremos. Por los planes de futuro, y por saber vivir el presente sin que nos pisen. Por cómo eres cuando estamos con gente, y cómo eres cuando estamos solos. Te quiero porque eres tú, y porque puedo ser yo.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Cada vez que estamos juntos rompemos las reglas. Y cada vez que rompemos las reglas te quiero un poquito más.

Septiembre de 2012.

Tengo pájaros, en la cabeza y el estómago,
ganas de estar contigo, y problemas casi con todo,
los ovarios suficientes pa'llevar ésto adelante
y seguridad de que quiero encadenarte, y no soltarte.

Son las ganas de abrazarte las que hacen que eche de menos
cada minuto del día, tus caricias y tus besos,
necesito estar contigo, aunque ésto parezca un capricho
creo que es mucho más que eso, pero nunca te lo he dicho,

ni lo haré, me lo reservo, para luego demostrarte
que si dejas que sea yo, prometo no defraudarte,
y que mis ojos no te engañan cuando se cierran despacio,
y si hay piedras en el camino, no te ralles, que las barro.

Muchas veces, escribo un par de versos, y lo dejo
y a los pocos minutos, me come el remordimiento,
"Si hubieses escrito eso, lo terminarías, y listo"
mas no puedo estar encima de todo, y pierdo el sentido.


Eres un trozo de algodón sobre mi corazón de acero,
mis dudas y mis problemas controlados por tus dedos,
y mi pelo que se enreda entre las mantas de tu cama
mientras yo cierro los ojos, tú me quitas el pijama.

Agarrame por la cintura, apaga la luz, quiero tema
botemos sobre los muelles, quiero tocar las estrellas,
pero espera, sonríe un poco, y dame más aliento,
que con un beso no tiro, y con muchos, me desconcentro.


Tengo sueño, tengo frío, no quiero pensar en ti,
ésto de tenerte lejos, no está echo para mí, 
voy a buscarte, quedo muda, nunca sé qué decir,
me siento inútil sin tus labios, y tú te acabas de ir. 

martes, 4 de septiembre de 2012

¿Por qué te enamoras de mí?

A ti te gustan las chicas morenas, y yo soy un intento fallido de pelirroja con la piel medio fluorescente. Te gustan las chicas delgadas, y yo no lo estoy para nada. No tengo una voz dulce, como la mayoría de chicas. ¿Te gustan las chicas que en verano lucen faldas y 'shorts'? Tampoco soy de esas. Prefiero unas bambas y pasar el día en un parque con los míos, que unas chanclas y irme a la playa a ponerme morena. Me importa la opinión de los demás, pero de otra manera. Me muerdo las uñas, y me las pinto de los colores más horteras que encuentro. Si me llevo un rotulador a la calle, no soy de escribir mi nombre junto al de mi mejor amiga con un 'forever', como todas. Soy más de Vin Diesel que de Brad Pitt, más de Missy Elliot que de Shakira, y más de Pez que de Picasso. Más de 'Taxi' que de 'Crepúsculo'. La mayoría de mi ropa la puedes confundir con la de un chico. No soy ese tipo de mujer de la que un hombre pueda presumir. No soy 'fina', no me importa ensuciarme las manos o tener que hacer algún esfuerzo. Tengo más amigos que amigas. Muchos más. Todos mis planes de futuro eran en solitario, con animales, no más. No tengo ojos especiales, ni unas manos bonitas. Nada en mí llama la atención. Soy una cría, ni siquiera tengo cara de tener 19 años. No tengo nada de valor, no estudio, no trabajo, no hago nada. No sé hacer nada que las demás no sepan hacer. A menudo soy como un trasto inútil, y sin embargo, tú estás ahí. Me han maltratado durante años, y vienes tú, y me tratas como a una reina. A veces pienso que por fin, el destino tenía algo bonito preparado para mí, otras veces pienso que sólo me está poniendo a prueba, para ver si realmente me ciego tan rápido. Nadie que me vea por ahí piensa nada bonito de mí. Soy una más, diferente, tengo mucho morro. Me gusta dibujar chicas desnudas, sangre, cuerdas, cadenas, cuchillas, cuchillos, heridas, balas, armas, caras de miedo, ojeras, dolor, desgracias. No soy de dibujar flores y corazones, como las chicas normales. Siempre pensaba que nadie podría enamorarse así de mí. ¿Por qué te enamoras de mí? Porque está claro que, si un chico me hace tanto caso a mí, y es capaz de decirme que me quiere tantas veces seguidas, es porque me quiere. No hay más, y ¿sabes? está bien, porque todas tus gilipolleces, cada una de tus tonterías, hacen que me enamore más de ti. Cada día un poquito más. Casi no se nota, ahora, pero al cabo de los años se irá viendo.