jueves, 17 de mayo de 2012

La leyenda de la Libélula.

Hace ya muchos eones de tiempo, que habitaban los bosques las 
Hadas y las Ninfas.
Convivían en natural armonía y de acuerdo a unas muy estudiadas leyes.
Tanto las Hadas cómo las Ninfas eran libres de hacer cuanto quisieran en el bosque.
Sólo había una prohibición: tomar contacto con los humanos.
Pero, como viene ocurriendo en la historia, los jóvenes no quieren acatar ciertas leyes y aquí no podía ser de otra forma.
En aquel bosque vivía una hermosa y joven ninfa llamada Adae.
Adae era curiosa por naturaleza, y cuando empezó a escuchar extraños ruidos al otro lado del bosque. No pudo contener su curiosidad y se acercó para ver de donde provenían.
Se trataba de una cuadrilla de hombres. Leñadores que talaban indiscriminadamente, todos los árboles que se hallaban en su entorno.
Adae, pronto fijó su mirada en un joven y bien parecido leñador que se llamaba Rolando.
Durante muchos días, Adae se acercó para ver a Rolando, escondida tras las jaras.
No se atrevía a que la vieran por temor a la ley que prohibía el contacto con los humanos.
Pero tanto y tanto se fue confiando que un día fue vista por Rolando.
La ley de las Hadas decía que si una Ninfa era vista por un humano, no podría marcharse de su lado hasta que este la diera su permiso.
Adae le rogó que la dejara marchar. 
El la complació pero no sin antes hacerla prometer que volvería al día siguiente.
Así, cada día, al amanecer, Ronaldo y Adae, se encontraban junto al arroyo.
Poco a poco se fueron enamorando y mantenían su relación en secreto.
Pero ya sabemos todos que los secretos no son duraderos, y llegó a oídos de las hadas, que eran las guardianas de las leyes del bosque, esta relación.
Fue convocada una asamblea urgente entre Ninfas y Hadas, para debatir cual era el castigo que merecía la conducta de la Ninfa.
Dicen que la infractora había de perder su alma inmortal por tan grave falta.
Aitana, la reina de las Hadas, tomó una determinación; dio a elegir a Adae entre dos diferentes destinos.
O perdía su alma inmortal, o podía optar por convertirse en una criatura del bosque. 

La que ella quisiera y podría renacer una y otra vez hasta que fuera perdonada su falta.
Adae decidió ser convertida en una libélula para estar cerca de los carrizos y del arroyo en el que había sentido tan profundo amor.
Aitana se lo concedió y por su belleza la convirtió el Libélula dorada.
Que es la más hermosa de las libélulas.
Por eso cuando veas una Libélula Dorada, piensa que es una Ninfa enamorada.


F I N


Baja mi autoestima, para subir la suya.

Así es mi madre. Le encanta hacerme sentir mal, está clarísimo. Trabaja todo el día, y cuando llega a casa, sólo me dice lo que he echo mal mientras no ha estado, lo bien que lo haría ella, lo que tengo que hacer al día siguiente, y recordarme que estoy gorda. Esa es su parte favorita.
Todo lo que hago lo critica incluso antes de asegurarse de si lo he echo bien o no. Todo me lo restriega por la cara. Cuando yo tuve que dejar de estudiar para trabajar, y perdí mis dos años, a ella no le importó, yo no podía decirle que estaba perdiendo mis estudios por ella, porque como se suponía que era para mantener a mis hermanos, y les quiero, no debía suponer un problema. Ahora que es ella la que trabaja, sí que supone un problema. Todo lo que hago está mal, educo mal a los niños, no sé mantener la casa y siempre hago la misma comida. Doblo mal la ropa, voy tarde a buscar al niño, friego con demasiada agua, tengo la ventana abierta demasiado tiempo y entra polvo, limpio los platos con demasiado jabón, y a veces la casa huele demasiado a lejía. Todo está mal, según ella.
Luego, cuando compro (mal, evidentemente) o mi abuela me compra algo de comida, también está mal, porque la verdura no les gusta a los niños, y parece que compre sólo para mí. 
Según ella, tengo que hacer dieta, pero no puedo comprar verdura. Tengo que hacer dieta, pero comer mucha pasta,porque a los niños les gusta mucho. Tengo que hacer dieta, pero sin comer fruta, carne a la plancha, ni pescado. Vamos, que no coma. No puedo hacer dos platos diferentes, sólo uno, por ejemplo; si hago macarrones, es para todos, yo no puedo tomarme una ensalada, eso está mal, pero tengo que hacer dieta. Me recuerda en varios momentos que estoy gorda, que no me queda bien la ropa, y que posiblemente no volveré a ir a la playa, pese a que ya llevo 8 años sin ir. Es simpatiquísima. Luego, cuando a ella le apetece, tenemos que ser amigas, hacernos fotos divertidas, y esas cosas. Tengo una madre muy enrollada, pero a la que le gusta mucho hacerme daño psicológico. Le sube la autoestima. 


"El ying y el yang, el caos y el orden."

Eres el hombro donde lloro y vacío mis sentimientos,
no me importa quedar sola si puedo sentir tu aliento
pero abrázame bien fuerte hasta exprimir mi llanto amargo
y no es amargo de sabor, es por mi corazón quebrado.
Han sido años, 18, al principio casi gemelas
misma ropa, mismo pelo yo garrula y tú princesa,
Y aunque todo acabe, a veces, la família permanece
es lo que pasa, ¿Sabes qué? Te voy a querer siempre.

Mariana decía...

Mariana era mi profesora de inglés. Lo que más me gustaba de ella, es que siempre nos contaba historias, anécdotas, y nos hacía unas charlas de literatura impresionantes. Siempre me hacía reflexionar, siempre lo entendía todo.
Una de las cosas de las cuales hablaba bastante, era sobre elegir. Decía que no teníamos que ponernos nerviosos cuando elegíamos una carrera, o un bachillerato, ya que siempre elegíamos cosas, todo el día, desde que nacemos. Cuando somos pequeños, elegimos si llorar, o no llorar, si llamar o no la atención, elegimos los amigos que tenemos, si aún queremos llevar chupete... Cuando vamos creciendo, elegimos si queremos el pelo largo o corto, si nos lo queremos recoger, si queremos o no estudiar y esforzarnos... pero fuera de todo ésto, todos los días, hacemos cientos de elecciones. Elegimos si nos despertamos cuando suena el despertador o si esperamos 5 minutos más, el peinado que llevaremos ese día, si nos maquillamos, o no, si llevaremos bambas o chanclas, si ponernos calcetines, pantalón largo o corto, si desayunamos o nos lo llevamos al cole, si llegamos temprano o justos, elegimos si levantarnos o no en los cambios de clase, si prestamos atención, si nos concentramos, si preferimos hablar con el compañero, si ahora mismo me estáis leyendo o no, eso también se elige. Se elige todo, todos los días, miles de veces. ¿Porque preocuparnos de una elección? Por importante que sea, siempre podemos cambiar, siempre podemos soltarnos el pelo si habíamos decidido llevarlo recogido, y nos cansamos. Siempre podemos cambiarnos de zapatos al mediodía o coger la bufanda porque al final hacía más frío del que parecía. Siempre podemos, dejar algo a medias, siempre que ese algo no nos llene, y tenga que hacerlo. Todo tiene solución, menos la muerte. Eso decía Mariana.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Tu sonrisa es la mía, mi triunfo es el tuyo.


¿Recuerdas? Nunca estás sola* si tienes problemas, llama a mi puerta, estoy en el cuarto de al lado, esperando a que vengas. Sé que estás mal, lo dicen tus ojos, no engañan ni ellos, ni el resto del rostro, el mismo que el mío tan pocas veces, tan parecidos, y tan diferentes que sólo tú y yo lo notamos, qué solas* estamos, y nadie lo entiende, que sólo mi 'bro' puede verme en el suelo, y darme un consejo y hacerme más fuerte, es verte y darme la suerte que das. [...] Si te caes, me levanto y intento ayudarte, no es sólo la sangre, nos une el carácter, yo soy tu ángel, y el mío eres tú, y el sol no da luz si no estás delante, ante mí, cuéntame cuando, cuéntame cómo llegaste a éste estado. ¿Quieres mi mano? La tienes al lado, y cuando te fallen te queda tu hermana*, ¿Está claro? [...] No voy a dejar que estropees tu vida, no voy a dejar de partirme la cara hasta ver tu mirada perdida y vacía, erguirse hacia arriba buscando salidas, y si vas a hundirte tendrás que matarme, o atarme, o callarme de alguna manera, no hay nada más grande que un bro y otro bro, para irse quitando cadenas, rompamos barreras. [...] Dime "te odio" y me quedo, dime que largo y me quedo, di lo que quieras, no pienso moverme ni un dedo, estoy a tu lado y no pienso irme lejos. Dime qué miedos son, y voy a por ellos ¿Acaso te fuiste cuando estaba triste, con miedo tirada* en el suelo? Estuviste a mi lado luchando y me acuerdo, y porque me acuerdo sigo a tu lado, luchando por ti desde el cuarto de al lado, yo soy tu hermana* y no hay lazo cercano más fuerte que un bro con su bro de la mano.
¿Alguna vez has creído necesario pedir perdón por haber nacido? ¿Cuántas veces has pedido perdón por algo que no has echo? La vida es injusta, y por eso nos sentimos culpables de cosas que no hemos echo nosotros, cosas que no elegimos.

jueves, 10 de mayo de 2012

Estado emocional: Déjame en paz.

Son ese tipo de cosas que necesitas contárselas a alguien pero no te atreves, porque no confías en que no se rían, no se metan contigo, o no lo entiendan, y te tomen por loca. Necesito descargar rábia, necesito llorar, necesito gritar. Necesito, ante todo, dejar de ser lo que soy. Ya no me gusta nada de mí, no me gusta mi forma de ser, porque por culpa de ser así, he perdido cosas y personas increíbles, me he portado como un monstruo con muchas personas, he sido mala, he sido penosa, no sé mantener algo, no se me da bien ser lo suficientemente encantadora para que un hombre me quiera. Físicamente es aún peor. Desde hace dos años, he ido creciendo, y creciendo, y creciendo, y no precisamente de altura. Me miro al espejo y me veo cara de perro, como un bulldog francés, pero con cuerpo de humano, y menos pelo. Las lágrimas me hacen cosquillas por la cara mientras escribo, y llegan al cuello perdiéndose con el cuello de la camiseta. Me siento mal conmigo, no sé verme bien, ni por fuera ni por dentro, quiero que alguien me envidie, que alguien me admire por algo, quiero ser buena en algo productivo, no sólo en manchar ropa y caras con sangre artificial. Me come por dentro el echo de pensar que siendo lo que soy, nunca seré nada.
Llego a la puerta del cole de mi hermano, a recogerlo, y está lleno de madres esperando, todas están delgadas, si más no, son  normales. Hay pocas que tengan sobrepeso. No hago más que mirar a todas las mujeres, de arriba a abajo, veo como se ríen, como se sienten seguras de sí mismas, cómo visten, y como me miran. Me imagino a mí, con esa cara de perro. Hace pocos días, pensé todo ésto con tal intensidad, que me puse a llorar ahí mismo. Me morí de verguenza y me apollé en la columna mirándo el movil, finjiendo que estaba mandando un mensaje, o algo importante. Cuando Pol salió fuimos a casa. Cada vez se me hace más largo ese camino, sobre todo a las 12.30. Me aguantaba la llorera de tal manera que, entre eso, el calor, y que no veía bien, por las lágrmas que se alojaban en mis ojos sin llegar a caer, tube que sentarme, y eso que vivo a menos de 5 minutos del cole. Me sentí penosa. Mi hermano no hacía más que quejarse porque tenía hambre, lo llevé a casa, puse dos platos, para él, y para mí. Yo comí más rápido que él, y terminé el plato llorando. ¿Porqué siempre tengo hambre? Si comiese por comer, supongo que podría hacer algo, pero, esque tengo hambre, se me vacía el estómago, me duele, me suenan las tripas, y sólo con agua no se llenan. Necesito comer, pero esque, no sé que pasa, yo nunca había tenido tanta hambre, y mucho  menos había pesado lo que peso. Soy como un bulto. A veces me desnudo y pienso en si realmente algún día de mi vida volveré a tener novio, o si volveré a atreverme a desnudarme delante de alguien. Tengo todo el día los ojos llorosos, intento comer sano, comer bien, y lo hago, apenas como comida basura más que cuando viene Tania con una bolsa de patatas del chino, en mi casa, no comemmos esas cosas, ni cosas precocinadas, siempre hacemos "bien" la comida, con pocos fritos, mucha agua, y esas cosas, sin embargo los únicos delgados son mis hermanos. Marc se pasa el día haciendo deporte, y Pol, tiene 7 años y no para quieto. Ellos queman. Mi madre no come apenas, y Antonio come solo cuando cocina él. Soy la gorda de la casa, dentro de poco, la gorda de la família, estoy en lucha con mi tía paraver quién gana.
Mi família me lincha, mi abuela me dice que acabaré con problemas de azucar por ponerme como me pongo, que dentro de poco, si sigo así, voy a tener problemas de salud, y de mayor, infartos. Asi me animan. A mi madre le gusta más recordarme lo mal que me queda la ropa, los tacones, el intentar ir arreglada... A veces me gustaría cojer a mi madre, y decirle "Gracias mamá. Gracias a ti, cada vez que como voy al baño a echarlo todo." Es una lástima que me hago daño, y últimamente me salía más sangre que otra cosa. Gracias a ellos, gracias a mi família, cuando la gente empieza a ir en tirantes, pantalón  corto y chanclas, lo único que cambia de mi vestuario, es que la cremallera de la chaqueta aún sube más. Ayer Dolores me preguntó si no tenía calor, me estaba asando, temía que el sudor traspasase la chaqueta, pero le dije que no.
Éste año hará 8 años que no voy a la playa. Tengo varios amigos a los que les gusta obligarme a ir, o hacerme chantaje, pero aún no he ido con nadie, y dudo que vaya a ir. Me da vergueenza que alguien pueda ver lo que hay debajo de mi ropa, me da verguenza y miedo, verme a mí, en el rflejo del agua, o la misma sombra. Lo que más me duele, me rebienta, me come, me mata.... Lo que más me hace sufrir, es pensar en Dani... Pienso que, si no me quiero yo, menos va a quererme él. Pienso que cuando se supone que se enamoró de  mí, yo estaba delgada, y ahora ya no lo estoy. Me da vueltas la cabeza, buscando soluciones para no perderlo, pero no hay ninguna,  no hay manera.  La solución será, pasar el resto de mi vida sola, con la conciencia muerta de pensar que, quizás pude hacer algo, y me quedé sin fuerzas para mover un dedo.


¿Porque cuento todo ésto aquí? Pues porque todas las entradas que publico, se leen una, o dos veces, seguramente personas a las que no conozco, y hay muchas historias así, que al fin y al cabo, nadie puede hacer nada.




jueves, 3 de mayo de 2012


Kharma

La vida es injusta, si no dime por qué tú vives el cuento de hadas que yo soñaba, y no lo disfrutas. Dime porqué a mí me alegran o preocupan sus gestos, y tú, que le tienes, te los pasas por el forro. "La suerte de los tontos", diría mi madre, yo prefiero llamarla esa suerte que estube tanto tiempo buscando y nunca tube. Tampoco la voy a tener, ¿Sabes porqué? Porque la vida es tan puta que, si tubiera la oportunidad de ser tan feliz, seguro que el kharma me quita algo... algo más valioso que esa felicidad, y la verdad, no sé si compensa.

martes, 1 de mayo de 2012

Dragonfly.


Bipolaridad.

Fuiste quien más me hizo reír, quien hizo que me sintiera mejor, y quien me besó por primera vez, entregándote a mí, pero también eres quien más me hace llorar, quien hace que peor me sienta, y el último que me besó, que aunque no vaya a ser la última vez, la espera me convierte en impotencia. Eres la persona a la que más he querido, y a la que más he odiado. Fuiste el primero y vas a ser el último, si Dios quiere. 
Eres el más importante, y si algún día he de rezar por algo, que sea para que nunca dejes de serlo. Lo tienes todo, y a la vez no tienes nada. Me gustas tanto, pero conozco tus virtudes... Yo no soy bipolar, o sí, pero el problema, quizás sea que mi felicidad va a tada a ti. Mis sueños, van atados a ti, mis lágrimas igual, y mi mala leche, aún más. No quiero dejar de tenerte nunca. No quiero que te alejes por nada, no quiero ni hacerme a la idea. Lo que quiero es que me quieras, al menos la mitad de lo que yo a ti, y que tampoco quieras perderme. Le pido a mis creencias que, no metan a nade por enmedio. No quiero enamorarme de otro, no creo que me haga falta tener más experiencia, no necesito más. Ahora, y como siempre, te necesito a ti.

Recuerdame como la que tanto te quiso y se olvidó de ti.

"Me resbala si follas o fallas. Si estudias o prefieres trabajártelas. Si odias los domingos o si cuentas por ahí que yo estaba loca por ti. Si eres victoria o fracaso. Si te sigue faltando cerebro o te sigue sobrando de ahí abajo. Si bebes para divertirte o para olvidarte. [...] No me han quedado ganas de ti en general, sólo una indignación que se parece a la resaca de los domingos y un poco de odio hacia todo lo que tenga que ver contigo. Nunca fui tu amiga, pero aún así, soy una de las mejores cosas que han pasado por tu vida, demasiado buena, la verdad. Y cuando llegue el día en el que hagas un repaso de tu lista y sientas ese nosequé porque yo ya no estoy en ella, me verás a años luz de esta pesadilla. [...] Hablando de dolor: Tengo los ovarios saturados de tu amor, estoy harta de esta puta situación, de recordarte y de verte...hasta los huevos de quererte. De no dormir pensando en qué cojones piensas, de no saber cuándo ni lo que harás mientras.Tú no me necesitas. Tú necesitas tu tabaco,tu orgullo y tus conquistas para ganar autoestima. Tú quieres una chica que solo haga lo que le pidas, no buscas amor y mucho menos enamorarte. Tú piensas que la vida no necesita sentimientos, que se trata de sobrevivir sin ellos. [...] Te encanta que te mire disimuladamente mientras tú te muerdes la lengua para no decir nada, pero de eso sólo se dará cuenta quien llegue a quererte. El problema es que no te dejas y a mi ya no me quedan ni ganas ni tiempo para llegar a ti."